El yoga en el embarazo: un momento de conexión prenatal

Beneficios de Yoga en el Embarazo

El yoga es una práctica recomendada para todo el mundo: todos los géneros y edades pueden sumarse a la práctica milenaria que además de mantenerte en forma te ofrece una variedad de beneficios físicos y mentales. El yoga prenatal concretamente puede ser un excelente aliado para tu cuerpo. Un momento zen para ti y para tu bebé en el que podéis empezar a conectar desde la gestación. ¡Te contamos más!

yoga en el embarazo
Yoga en el embarazo

La palabra yoga viene del sánscrito “yug” y básicamente significa “unir”. Pero no te preocupes, no tienes que unirte a una secta o algo así. En términos más sencillos, el yoga te ayuda a conectarte contigo misma y a mejorar tu salud en general. Te muestra cómo ser más consciente de lo que está sucediendo en tu entorno, a relativizar, y a autogestionarte para prolongar esos momentos de disfrute y felicidad. Es un sistema completo que incluye posturas físicas, ejercicios de respiración, concentración y meditación. Así que puedes ejercitar tu cuerpo y tu mente al mismo tiempo.

Y ahora viene la mejor parte: el yoga en el embarazo es especialmente beneficioso para tu cuerpo. Porque bien es sabido que estar embarazada no es precisamente un paseo por el parque. Entre los cambios fisiológicos, el estrés y las demandas físicas y emocionales, a veces puede ser un poco abrumador. Este ejercicio de bajo impacto puede ser de gran ayuda para encontrarte en buena forma. 

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El yoga en el embarazo: un momento de conexión prenatal Yoga en el embarazo
Beneficios del Yoga en el embarazo

¿Cuáles son los beneficios del yoga prenatal?

Según Caroline Correia, fisioterapeuta especializada en la rehabilitación post parto, embarazo y suelo pélvico en su clínica FisioFit Mujer, el yoga durante el embarazo ayuda a controlar la ansiedad, a conciliar mejor el sueño, a mejorar la postura para disminuir las molestias habituales de la espalda durante estos meses. También es un método que ayuda en el autoconocimiento corporal y en la gestión emocional, lo que, como consecuencia, ayudará a la mujer de cara al parto.

Caroline reivindica que una mujer que no realiza actividad física durante el embarazo suele tener una gestación con más molestias y con mayor probabilidad de desarrollar diabetes gestacional. Si no hay contraindicaciones médicas, el ejercicio en general y el yoga en particular es primordial durante el embarazo.

Un reciente estudio quiso indagar en el maravilloso mundo del yoga en el embarazo. Querían ver si realmente valía la pena y si los rumores sobre sus bondades eran ciertos. Resulta que el yoga no solo es genial para relajarte o recuperar la flexibilidad para rascarte la nariz con un dedo del pie, sino que también puede ayudarte a mejorar los síntomas incómodos que puedan aparecer durante tu embarazo, en el parto y en el posparto. ¡Increíble, ¿verdad?!

Este estudio se propuso analizar todo lo que se ha dicho hasta ahora sobre el yoga para embarazadas. Se hicieron numerosas búsquedas en bases científicas para encontrar los estudios más relevantes. Se evaluaron cosas como la calidad metodológica y los resultados obtenidos en cada uno de ellos.

Y voilà, se encontraron seis estudios que cumplían todos los requisitos. Algunos de ellos eran experimentos controlados en los que las mujeres embarazadas se sometían a sesiones de yoga y los resultados fueron realmente buenos. Descubrieron que el yoga puede ayudarte a reducir el estrés, mejorar tu calidad de vida respecto al agotamiento, fortalecer tus relaciones interpersonales (después de todo, necesitamos todo el apoyo posible), regular el funcionamiento de tu sistema nervioso autónomo … En resumen, un alivio para todas las mamás.

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Cómo afecta el yoga en el embarazo

¡Pero cuidado! Caroline nos cuenta que es muy importante cuidar la diástasis abdominal. Durante el embarazo hay que trabajar para mantener la línea alba estabilizada y en el postparto la práctica de yoga solo debería empezar una vez que un profesional te haya explorado y la faja abdominal ya esté rehabilitada. Como siempre, todo tiene que ir supervisado por un profesional, sobre todo en momentos como el embarazo, que el cuerpo sufre muchos cambios.

El yoga es una excelente manera de mantener el cuerpo fuerte y flexible. Las posturas de yoga pueden aliviar la tensión en los músculos de la espalda, el cuello y los hombros, y ayudan a preparar el cuerpo para el parto.  El trabajo adecuado y adaptado al embarazo puede ser un gran apoyo durante este período tan especial para una mujer. Por otro lado, el ejercicio físico en general es bueno para lidiar con la hinchazón o la hipertensión.

Resulta que el estrés y la ansiedad pueden tener efectos negativos no solo para ti, sino también en el bebé. Y eso no es lo que queremos, ¿verdad? Por suerte, la práctica del yoga puede ayudarte a regularlo y tratar de mantenerte zen. De hecho, para una mamá novel disponer de conocimientos y herramientas para el parto es un plus de tranquilidad.  Todo el mundo se siente más seguro cuando sabe a qué se enfrenta y cómo lo debe hacer.

Pero aquí no termina la historia. ¿Sabías que el dolor del parto es algo subjetivo y que cada mujer lo experimenta de manera diferente? Pues bien, el yoga puede ayudarte a manejar ese dolor de manera más efectiva. Las técnicas de pranayama (respiración, relajación y recitación de mantras) que se utilizan en el yoga pueden ser muy útiles para ese momento.

De esta forma, cuando lleguen esos momentos de tensión y dolor, la mamá sabrá a qué recurrir para calmarse. La respiración durante la dilatación, aprender a abandonarse entre contracción y contracción… Además el yoga fortalece y flexibiliza los músculos del suelo pélvico, lo que también puede facilitar el parto.

¿Qué se hace en una clase de yoga prenatal?

En estas clases encontrarás un montón de ejercicios que te vendrán de maravilla. Por ejemplo, una serie de posturas y movimientos que mejorarán tu circulación sanguínea y ayudan a alinear la cadera.

La respiración también es una parte clave de estas clases. Aprenderás a controlar su respiración de forma consciente, lo cual no solo les dará una buena dosis de oxígeno a ti y a tu bebé, sino que también te dará un equilibrio mental y emocional. Y lo más importante, como ya hemos dicho ¡te preparará para ese gran momento del parto! Aumentar y mejorar la capacidad pulmonar es fundamental sobre todo cuando el diafragma se ve limitado por el aumento del vientre.

En estas clases también le dedican tiempo a la meditación, en el estar presente aquí y ahora. Podrás sentarte, relajarte y conectar contigo de una manera más profunda. Podrás escuchar tu cuerpo y centrarte de la increíble relación que estás construyendo con tu bebé. Vivirás momentos muy especiales.

¿Qué pasa con las clases de yoga online?

En este sentido, Caroline Correia dice que todo dependerá de si el programa está adaptado a las necesidades de la mujer embarazada y de los conocimientos previos que ella tenga en la materia. No olvidemos que cualquier mal movimiento puede ser más perjudicial que sin estar embarazada y que hay movimientos de yoga que no se deben practicar durante el embarazo para proteger al bebé. Sin embargo, teniendo esto en cuenta, hay muy buenos programas online que facilitan la vida de muchas embarazadas que no pueden acudir una clase presencial.

Practicar yoga en el embarazo
Yoga en el embarazo

Yoga post parto: por dónde empezar

Le preguntamos a Caroline Correia por la práctica de yoga en el post parto y nos dice que lo primero en este punto es que se debe acudir a un fisioterapeuta especialista en suelo pélvico para una valoración. Es importante que se vea cómo está y además, ver si hay diástasis abdominal antes de empezar con cualquier tipo de ejercicio añadido, y es que Caroline nos asegura que hay algunas posturas de yoga que están contraindicadas en casos de diástasis, que podrían empeorarla.

En FisioFit Mujer ofrecen un programa especial de rehabilitación postparto. Dentro de este programa trabajan la rehabilitación de la diástasis y el suelo pélvico para que la mujer se pueda incorporar lo antes posible a la actividad física de cualquier tipo. Pero siempre primando la salud ante la rapidez de ponerte a hacer ejercicio sin control. Recuerda que es un período de tiempo en el que tu cuerpo ha pasado por muchos cambios bruscos y todo tiene que volver tranquilamente a su ser.

Y aquí entra la gran duda: ¿qué es mejor para trabajar el suelo pélvico, yoga o pilates? Caroline Correia nos dice que ambas prácticas presentan ventajas para trabajar el suelo pélvico y mejorar la postura, lo que, en definitiva, será también clave para mantener un suelo pélvico sano.

Ahora, aunque todo esto suene estupendamente recuerda que todo en esta vida hay que tomarlo con precaución. Si estás pensando en unirte al club de las yoguis embarazadas, es importante que hables con un profesional de la salud para asegurarte de que sea seguro para ti y tu bebé. Al fin y al cabo, cada embarazo es único y a cada persona le conviene una cosa distinta. Pero si todo va bien… ¡Ya puedes ir preparando tus mallas de colores y la esterilla!

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