La estética kitsch vuelve a ser la gran protagonista en el mundo de la moda. Nos referimos a una estética cursi, hortera, infantil, nada elegante y muy poco sencilla. En ocasiones se considera de mal gusto o pasado de moda, aunque desde otra perspectiva es la forma de ironizar y exagerar la moda, una forma de “aparentar ser”.
El estilo Kitsch nació en Alemania durante los años 1860 y 1870 reflejando el deseo de aparentar de la mayoría de los burgueses de esa época. Sin embargo, cuando se dio a conocer fue en los años treinta, con el propósito de definir lo opuesto a las vanguardias. En aquella época se consideraba la popularidad de lo kitsch como un peligro para la cultura. Más tarde, se definió en Alemania en los años setenta. En la actualidad, comprobamos como muchos diseñadores utilizan este concepto en sus colecciones.
Un paso por la moda: La estética Kitsch
La estética kitsch se caracteriza por su tendencia hacia la exageración y el exceso en diseño, color, forma y temas. Esto se manifiesta en obras de arte con colores fuertes y llamativos, así como en objetos cotidianos con adornos exagerados o elementos distorsionados.
También se basa en el uso de imágenes y símbolos populares de la cultura en general, como imágenes de ángeles, flamencos, paisajes idílicos o retratos de celebridades. Estas imágenes son transformadas de diferentes formas: pueden ser simplificadas, idealizadas o sacadas de contexto persiguiendo crear un efecto humorístico o irónico.
Incluso tiene la capacidad de combinar elementos de alta cultura y baja cultura de una manera muy irónica. Utilizando referencias a obras de arte clásicas pero reinterpretadas de una manera más accesible y humorística.
El arte es todo aquello que nos hace sentir algo, por lo cuál si el kitsch es arte obviamente busca provocar emociones sentimentales: evocando nostalgia, ternura o incluso melancolía. Juega con familiares o con relaciones de pareja de una manera edulcorada o idealizada, que puede parecer cursi para algunas pero entrañable para otras.
Además, la estética kitsch es tan divertida porque no se limita a un solo estilo o período artístico. Puede incorporar elementos de varios estilos, épocas y culturas en una sola obra, creando una mezcla ecléctica y caótica de influencias visuales. Incluso algunos lo denominan «el arte de lo feo» o el «feísmo», rompiendo con los cánones establecidos por la sociedad. Es decir, todo aquello que a primera vista nos parece «horrible» el kitsch lo abraza y lo eleva para convertirlo en arte.
También está estrechamente relacionado con la cultura del consumo masivo y la producción en masa. Muchas obras kitsch son producidas en masa y están disponibles comercialmente a precios asequibles, lo que las hace muy accesibles para cualquier persona, a diferencia de otras obras de arte que tenemos que limitarnos con verlas en una galería de arte.
Y lo más importante es entender que aunque el kitsch puede parecer ingenuo o simplista a primera vista, está impregnado de ironía y autoconciencia. Los artistas kitsch reconocen y juegan con las convenciones y clichés asociados con el estilo, aportando un nivel de sofisticación o crítica cultural a su trabajo.
Estética kitsch en el mundo de la moda
Como ya te hemos adelantado antes, la estética kitsch es amada y odiada casi a partes iguales y es considerada una corriente estética del arte contemporánea. Por lo que no es una sorpresa que los diseñadores encuentren en esta estética una gran fuente de inspiración, y tenemos que admitir que por lo menos ¡Divertido es… Un rato!
Te contamos cuáles han sido las colecciones más icónicas inspiradas en la estética kitsch, mucho color, volúmenes y elementos sorpresa.
MOSCHINO
Moschino es una firma de moda italiana que surge a comienzos de los ochenta. Actualmente, con su director creativo Jeremy Scott, vemos como la marca ha vuelto a ese punto de extravagancia e ironía de la moda. Moschino se caracteriza por crear prendas excesivas, coloridas, gráficas, extravagantes y divertidas.
En su colección F/W 2020, vemos como se inspira en la revolución francesa y Maria Antonieta, con esos vestidos y pelucas dignos de una princesa, mezclado con una estética motera, con el uso de parches y técnica de patchwork. Además, terminó el desfile con un vestido en forma de pastel, un más es más en toda regla.
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TSUMORI CHISATO
Tsumori Chisato es una diseñadora de moda japonesa, discípula de Issey Miyake, el cual le animó a crear su propia firma. La firma es conocida por su fantástico mundo e imaginación, además de por los detalles de sus colecciones, con elaborados bordados, apliques y estampados dibujados a mano. Con esos cuellos de lechuguilla nos muestran una sofisticación de prendas del día a día.
MOTO GUO
Moto Guo es un diseñador de moda sin género con sede en Malasia. Su forma de diseñar se puede describir como algo loco pero diestro. A través de una forma romántica, cínica e ingeniosa, crea sus colecciones las cuales nos hacen sacar nuestro lado más infantil desde una manera cursi, pero a su vez con ciertas normas dentro del gusto. Emplea una gran variedad de colores, además de elementos decorativos como son los lazos o esos cuellos tan peculiares.
AGATHA RUIZ DE LA PRADA
Agatha Ruiz de la Prada es una diseñadora madrileña, la cual ha logrado crear un universo propio a través de su marca, tanto en moda como en decoración, perfumes, papelería, y una larga lista de objetos. Sus diseños son obras de arte, como ella lo define, ya que se salen de las estructuras básicas, pues emplea formas geométricas con un lenguaje simbólico de nubes, corazones y flores que le hace crear una identidad única que la distingue del resto de diseñadores. Sus diseños extravagantes, coloridos y con formas inusuales han hecho que se reconozcan sus diseños a simple vista.
GUCCI
Gucci es una firma italiana con productos de lujo, la cual se especializó en sus inicios en productos de cuero. Fue en 2015, cuando Alessandro Michele se pone al mando de la dirección creativa de la marca, y se empieza a ver ese cambio en los diseños con una estética retro. Crea propuestas rompedoras, con una estética andrógina y con aires de los años sesenta. Consigue ese aire kitsch con la combinación de prendas de alta costura con el street style, además de ese equilibrio de la moda contemporánea con lo clásico. Combinación de prints, colores, estampados, tejidos y formas que le dan un aire glam sin caer en algo extravagante y vulgar.
LE CRUEL
Le Cruel es una marca española en la que premia el color, la energía y la alegría. Es, sin duda, la opción idónea para todos aquellos amantes de prendas llenas de color y personalidad. Si apuestas por Le Cruel, apuestas por el estilo Kitsch en toda regla.
La moda Kitsch no es una tendencia de mal gusto, si no una gran combinación de prendas que crean a través de la experimentación una estética que plasma ese consumo masivo que refleja la sociedad. Los diseñadores actuales saben transmitir esos conceptos y reflejar, mediante la ironía exacerbada, la estética Kitsch en la actualidad.
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