VIDA SOSTENIBLE: slow fashion, minimalismo en la moda y moda sostenible. ¿Qué hay detrás de esta «moda» dentro del mundo de la moda? No queremos que sea una tendencia, algo a lo que sumarse, una situación efímera y de «postureo».
La moda es una actitud que refleja a la sociedad, evoluciona y cambia constantemente, como tal, se ha sumado a la preocupación ambientalista global para ir adaptándose a una nueva transformación hacia la moda sostenible. Desde hace ya muchos años, la industria textil se considera como la segunda industria más contaminante del planeta, debido a su proceso de fabricación y las materias primas que utiliza. Con este problema nace el fast fashion.
Todo sobre MODA SOSTENIBLE
¿Qué es el fast fashion? Seguro que sin saberlo, lo consumes a diario. Este término, que escuchamos desde hace tiempo por todos lados, hace referencia a las colecciones de temporadas de moda diseñadas y producidas a un ritmo acelerado y de bajo coste, para un consumo acelerado. Zara, Mango, Stradivarius, Pull&Bear, y un largo etcétera de marcas low cost que consumes con frecuencia forman parte de ese fast fashion. Aunque, es cierto, que cada vez con mayor frecuencia muestran un mayor compromiso con la moda sostenible y el medio ambiente.
Si miramos el lado opuesto del fast fashion, quizás nos topemos con el slow fashion. Este término proviene del slow life, es decir, contemplar todo tipo de aplicaciones prácticas para reducir el ritmo en distintos ámbitos vitales. Abarca una conciencia y un enfoque de la moda que tiene en cuenta los procesos y los recursos necesarios para fabricar la ropa. Reducción de las emisiones de CO2, la sobreproducción de prendas, la disminución de los niveles de contaminación, la acumulación de residuos textiles, el apoyo a la biodiversidad y el fomento de condiciones laborales justas y salarios dignos a sus trabajadores y trabajadoras.
Unas zapatillas necesitan unos 4.400 litros, un pantalón vaquero de algodón unos 3.000 litros, una camiseta de algodón requiere 1.200 litros y una camisa de fibra 1.000 litros. En datos aproximados. Esto es lo que podemos utilizar un día cualquiera para vestirnos. Por lo que necesitamos 14.150 litros de agua para poder fabricar toda esa ropa. Increíble, pero cierto.
Vivimos, lo que denominamos como el comienzo de una nueva era, en la que la sostenibilidad tiene todas las de ganar. Aunque existen diferentes dudas y rumores que la califican como una tendencia pasajera, incluso como una estrategia de marketing. La sostenibilidad tiene una utilidad no solo para la sociedad en general, sino para las empresas y grandes corporaciones que reducen costes y se perpetúan a largo plazo. Cambiar esta práctica favorecerá el futuro de los ecosistemas y la vida de las generaciones próximas.
Analicemos el concepto de tendencia para comprobar que LA MODA SOSTENIBLE NO ES TENDENCIA. Entendemos por tendencia: “previsión de consumo de un concepto o producto por un número significativo de personas durante un determinado periodo de tiempo que suele ser muy corto”. Por eso, no se debería tratar como una tendencia. Es una opción de consumo de moda que debería normalizarse en la industria.
Si nos paramos a pensar en todas las responsabilidades, planes y estilo de vida que llevamos en la actualidad, resultaría prácticamente imposible llevar una vida 100 % sostenible y zero waste. Ya que es una vida que casi nadie se puede permitir llevar. Principalmente por el nivel económico. Porque claro, el consumo sostenible requiere un precio más elevado. Sin embargo, es importante recordar que cualquier pequeño cambio y ayuda cuenta.
La salud mental también cobra un papel importante dentro de la moda, o más bien, dentro de la sostenibilidad. La ECOANSIEDAD se consideran las secuelas psicológicas de la crisis climática. Afecta a las emociones produciendo miedo, frustración, rabia, tristeza… ¿Ansiedad por tener demasiada ropa? Si, pero no. La ecoansiedad puede ser producida al ver el estilo de vida y de consumo de las sociedad, y las redes sociales son una gran ventana abierta donde observar esto. Por lo que este estado no tiene porque ser causado por nosotros mismo, si no por cosas que vemos y no nos generan bienestar. También, entra en juego la ECOCULPA, que son esos reproches que nos hacemos a nosotros mismos. Os ponemos un ejemplo. Necesito de manera urgente una prenda para un evento que tengo mañana. Acudo a una cadena de fast fashion porque no tengo para barajar otras opciones. Es ahí cuando sentimos que quizás si no hubiéramos planificado y organizado con tiempo hubiéramos conseguido una ecosolución.
¿Aplicas la REGLA DE LAS 5 ERRES a tu día a día?
Debemos RECHAZAR lo que no necesitamos. REDUCIR lo que necesitamos. REUTILIZAR cambiando los desechables por alternativas reutilizables y comprar de segunda mano. RECICLAR aquello que no podemos rechazar, reducir o reutilizar. ROT (que traducido quiere decir COMPOSTAR, DESCOMPONER) aquello que podamos llevar hacerlo.
Los beneficios del reciclaje en moda se centran en la disminución del consumo de recursos en el proceso de producción de prendas nuevas. Asimismo, también se consiguen reducir costes logísticos y de mantenimiento de prendas de nueva creación. Como consecuencia, esta reducción de producción trae consigo una reducción del volumen de residuos textiles y se ahorraría en nuevas materias primas y amortización de maquinaria.
Una práctica que desde hace ya varios años ha tomado un gran protagonismo en moda es: LA ROPA DE SEGUNDA MANO. Existen una amplia variedad de plataformas y locales físicos donde vender esa ropa que ya no quieres o necesitas, pero que está en buena condición, y de comprar prendas en buen estado, de buena calidad y grandes marcas por un precio inferior.
¿Aún no has escuchado hablar del Upcyling?
Nosotras te lo explicamos. Es un proceso con el que transformamos subproductos, residuos o productos inútiles en nuevos materiales o productos de mejor calidad. En otras palabras, su objetivo es evitar el desperdicio, pues en vez de producir nuevos materiales, se usan los que ya existen. Todo de manera creativa y llamativa (utilizando muchos colores y una costura diferente). Se aprovechan objetos para crear productos por medio de la creatividad que tienen un mayor valor que el que tenía el objeto original. O, lo que es lo mismo: se trata de transformar residuos en objetos de valor usando la imaginación.
Te ponemos un ejemplo. Seguro que tienes prendas en casa que ya no utilizas y puedes customizar para hacer nuevas prendas. De un traje viejo podemos hacer una chaqueta corta, un top o una falda; de unos vaqueros descosidos podemos hacer un crop top. Con este sistema ayudaremos a prolongar la vida útil de estas prendas y recuperar el valor de estos elementos que no estaban en uso. Además, de crear ropa con estilo y personalidad.
No todo es lo que parece
El “ECOPOSTUREO” también existe. Y muchas marcas están llevando a cabo un “lavado de imagen verde”. Es decir, utilizan campañas de marketing potentes que les hagan parecer marcas sostenibles. Utilizan imágenes de naturaleza que nos hacen relacionar con la marca, empleo de palabras vagas relacionadas con la sostenibilidad, sellos falsos que parecen certificaciones, desvían nuestra atención centrándose en detalles que hacen que el consumidor perciba sostenible el producto. Pero en realidad no lo son. Otras también utilizan el denominado como Fibbing, que son un etiquetado falso y con datos que no son reales. O Trade-off, afirmando que un producto es verde destacando algunos materiales, pero ocultando lo que no son respetuosos con el medio ambiente.
El Attelier Magazine