Te contamos porqué las mujeres están dejando de usar sujetador: es incómodo, da calor y ¿realmente lo necesitamos?
No es ningún secreto que durante los meses de confinamiento muchas mujeres dejaron el sujetador aparcado. ¿Y qué sintieron? Nada más ni nada menos que una enorme liberación. Porque esta prenda que promete, entre otras cosas, hacernos «un pecho más bonito», levantarlo, aumentarlo, reducirlo o corregirnos la postura, puede que realmente lo único que haga sea oprimirnos y ser un incordio.
¿Que es el #NOBRACHALLENGE?
Es un reto que se creó durante los meses de confinamiento de 2020, en el que se invitaba a las mujeres a que fotografiaran vestidas pero sin sujetador. Lo que pretendía el reto era que superaramos 24h de no llevar esa prenda y poner a prueba nuestra mente, así como invitarnos a reflexionar. Muchas también lo hicieron con la depilación, por ejemplo. ¿Qué consiguió este challenge? Que gran parte de estas mujeres no volvieran a arrimarse a un sujetador por lo bien que se habían sentido después de ese dia.
En las películas y series, cuando una mujer llega a casa harta de trabajar, lo primero que hace después de cruzar la puerta es quitarse los altos tacones y desabrocharse el sujetador. Y si esta es una situación con la que podemos empatizar prácticamente todas, es porque se genera una liberación anatómica y psicológica al desprendernos de estas prendas.
Mujeres conocidas mundialmente como Gilian Anderson, Jennifer Aniston, Rihanna, Kendall Jenner, Miley Cyrus o Gigi Hadid han sido vistas miles de veces sin usar esta prenda. ¿Por qué, hoy en día, nos sorprende todavía ver los pechos femininos en su forma natural? ¿A caso solo es cosa de celebrities poder lucir un outfit sin sujetador? Lo cierto es que el debate sobre el uso de esta prenda íntima viene de largo, e incluso en los primeros años de su existencia, ya que fue nombrado «una liberación del corsé».
El sujetador como objeto de debate durante la historia
Aunque la primera patente de esta prenda se dio en 1913, por Mary Phelps Jacob, en realidad se conoce que fue un hombre quien creó el primer prototipo de sujetador. Este fue Pierre Poiret, diseñador de moda francés, y lo creó con el objetivo de liberar a la mujer de la esclavitud que suponía el corsé. Sin embargo fue la joven Mary Phelps de 22 años fue quién logró popularizarlo entre la alta sociedad de Nueva York.
A lo largo de su historia, los sujetadores se han ido adaptando a los estándares de belleza de cada época. Si durante los años 50 veíamos pechos puntiagudos, creados con sujetadores que imitaban esta forma de cono, años más tarde serían las formas redondeadas y con exagerado relleno las que tomarían el mando de la corsetería. Las formas cambiaban, pero su fin era el mismo: sostener y «embellecer» el pecho de la mujer.
El debate lleva abierto desde hace años
Fueron las mujeres del movimiento beatnik las que ya abrieron debate sobre el uso del sujetador, pues los consideraban un invento de los hombres (y para los hombres, al fin y al cabo). También las mujeres del movimiento hippie prescindían de ellos por considerarlos un objeto de seducción innecesario.
El 8 de septiembre de 1968 fue el día en el que ardieron los sujetadores. La realidad es que no ardió nada, pero el Washington Post cometió un error periodístico al ver la gran «Papelera de la Libertad» en la que las mujeres estaban depositando sus «objetos de tortura». Estos objetos eran sujetadores, fajas y ropa moldeadora, entre otras cosas.
No les dieron la aprobación de prenderles fuego, aunque esta era su intención inicial. Todo ello se llevó a cabo con el fin de manifestarse contra los concursos de belleza de Miss America, por considerarlos sexistas y abusivos para la mujer. Hoy en día este acto sigue siendo todo un símbolo de la lucha feminista.
Durante la época de los 90 nos cansamos de ver a la mujer como objeto hipersexualizado, tanto en los medios como en la moda. Entraban a su vez a formar parte de este mercado firmas como Victoria’s Secret o La Perla. Estas marcas son grandes productoras de lencería y corsetería «sexy«, con unos cánones de belleza claramente marcados.
Actualmente, la tendencia en sujetadores según el informe Edited, es la comidad y los tejidos orgánicos. No sabemos a ciencia cierta si los meses encerradas han tenido algo que ver en el cambio de preferencias. Pero sea como sea, el consumo de sujetadores cómodos: sin aros, deportivos y/o de algodón, creció hasta un 40% el pasado año.
Que no te impongan el sujetador: Tú eres la que decide
En conclusión, en muchos casos el sujetador te puede resultar incómodo porque no sabes como encontrar el correcto para tu tamaño de pecho, está claro. Pero deberíamos preguntarnos si realmente lo llevamos por nosotras, o por la imagen que transmitimos con él puesto. Que es al final, no es nada más que una ilusión óptica, creada por una prenda. Igual que una faja o una prenda moldeadora, el efecto es crear un cuerpo «deseable». ¿Pero deseable para quién? Te invitamos a que reflexiones sobre ello.
También queremos añadir que la elección de llevar o no sujetador debe recaer solo en ti y nadie más. De igual manera, no debatimos su uso si sufres problemas de espalda, por ejemplo, y es recomendado por un profesional. No se es más feminista o menos por llevar o no sujetador. Nosotras nos alegramos de que el debate sobre su utilización siga abierto y podamos continuar reflexionando sobre ello. Recuerda que si es incómodo para ti, puedes dejar de usarlo libremente y nadie debe juzgarte por ello.
El Attelier Magazine