Crear una vida, llevarla contigo dentro de ti, y presentarla al mundo, son experiencias increíbles e inigualables. Nos cambia para mejor y nos aporta una nueva visión con la que vivir. Pero también es una vivencia extrema para tu cuerpo, el cual se adapta y hace maravillas que aún nos dejan con la boca abierta. Hemos hablado con una experta para averiguar cómo cuidar nuestra piel de embarazada y protegerla como se merece.
¿Cuáles son los principales cambios a tener en cuenta en la piel de embarazada?
«Cuando nos quedamos embarazadas, hay un cambio hormonal importante«, nos explica la farmacéutica cosmetóloga Gemma Prudencio, fundadora de Gemms Beauty Lab y asesora de cuidados específicos para la piel de embarazada. «Esto se traduce en una piel radiante y luminosa porque se aumenta la oxigenación celular, y se regula la secreción sebácea». En este sentido, si solías padecer de acné, estás de suerte, pues este incremento de hormonas ayuda a mejorarlo notablemente.
A nivel corporal, sin embargo, debemos tener cuidado con la posible aparición de estrías gravídicas debidas al estiramiento de la piel. «Hemos de aplicar aceites o cremas antiestrías a diario, que nutran y aporten elasticidad». Sobre todo, el área afectada y a vigilar son el abdomen, las nalgas y las caderas.
Otro posible cambio en la piel de embarazada sería «el denominado cloasma, típica mancha de embarazadas, puede aparecer en casi toda la cara como una máscara». De un color oscuro, salen por el exceso de hormonas, causando un incremento de melanina.
«Las arañas vasculares, ciertos picores en las últimas semanas, las uñas más débiles y quebradizas y el cabello más fuerte», son más factores a tener en cuenta según Gemma.
¿Estos cambios son imperecederos una vez parido, o podemos contrarrestarlos?
«Algunos desaparecen después del parto, como la posible rotura de capilares. Pero, si no nos cuidamos, muchos quedan para siempre, como por ejemplo las estrías».
«También desaparecerá el brillo especial de la piel y del cabello y el cloasma se irá aclarando progresivamente». Aunque, para ello, debremos haber protegido (y seguir protegiendo) la piel con protector solar. De lo contrario, podrá dejar marca.
Para una piel de embarazada cuidada y en perfecto estado, Gemma nos recomienda crear rutinas específicas, tanto de cosméticos, como de alimentación, descanso y deporte, así como evitar a toda costa el estrés.
¿Qué cuidados deberíamos llevar a cabo para que nuestra piel de embarazada se mantenga en un buen estado?
Lo más importante es la hidratación y la constancia con la que lo hagamos. Todos los días deberíamos untarnos en crema corporal hidratante para evitar los incómodos picores. Por otro lado, apuesta por cremas antiestrías y aceites para un cuidado completo, notarás la diferencia si las aplicas con regularidad.
Aparte de esto, Gemma también nos recuerda no dejar de lado el cuidado de limpieza: «limpiadores específicos, sérums o skin Boosters ligeros que se absorban bien y sean eficaces, con activos hidratantes y protectores que traten también los signos de la edad». Y, como siempre decimos, no hay mejor antiedad que la protección solar, fundamental, ¡así que no te olvides de ésta!
La zona del contorno de ojos, ya de por sí sensible, puede sufrir bastante durante el embarazo: un descanso irregular, la retención de líquidos… Utiliza «sérums ligeros para tratar ojeras y bolsas por las mañanas, pero evita aplicarlos por la noche, porque retienen líquidos y se forman incluso más bolsas».
Por último, no nos olvidemos de que el estilo de vida es clave, tanto para nuestra salud física como mental. «Intenta realizar estiramientos, caminar con regularidad y realizar ejercicios para el parto».
¿Y después?
Continuaremos con las rutinas de belleza antiedad que ya seguíamos durante el embarazo: «limpieza diaria, contorno de ojos, hidratación y protección solar por el día», y «exfoliaciones, mucha hidratación, antioxidantes con vitamina C, vitamina E, niacinamida, péptidos y células madre vegetales, así como prebioticos y probióticos por la noche».
El deporte siempre es fundamental que forme parte de nuestro día a día. Y, en ese sentido, conviene apostar por «sérums y cremas muy reafirmantes, tanto faciales como corporales, porque al volver a nuestro peso hemos de aportar elasticidad y activar el colágeno, para prevenir y combatir la flacidez», nos advierte Gemma.
Por otro lado, durante la lactancia, Gemma Pardiño nos da un truco para prevenir el dolor de los pezones: «pasar a diario un guante de krin en los pezones y luego aplicar una solución de alcohol con aloe vera y manzanilla para que los hidrate. De lo contrario, será posible que te aparezcan grietas en el pezón y no puedas llevarla a cabo».
Durante el embarazo, ¿qué alimentos pueden beneficiar a nuestra piel y cuáles son desaconsejados?
La nutrición es un factor muy importante de nuestro estilo de vida, y afecta directamente a nuestra piel. «Una dieta rica en antioxidantes con frutas y verduras de distintos colores, como las coles de bruselas, las zanahorias, los boniatos, el brocoli… También las semillas de sésamo y de calabaza, los frutos secos y las proteíans vegetales como el tofu son beneficiosas».
Lo mejor es optar por una dieta mediterránea variada y adaptada al caso particular de cada persona, sin dejar de lado, de vez en cuando, algún que otro capricho.
«Es importante incorporar a nuestra dieta los ácidos grasos saludables, como los del aguacate, y evitar los saturados a toda costa, así como evitar alimentos precocinados: cuanto más frescos sean, mejor».
Desafortunadamente para algunas, el café es un no rotundo. Y, por supuesto, el azúcar refinado ni lo huelas. Gemma también nos recomienda evitar el pan y beber mucho líquido, añadiendo a nuestra dieta caldos o zumos naturales.
Al final, debemos seguir un estilo de vida normal. Tendremos que tener en cuenta algunas restricciones, eso sí, e intentar forzarnos a movernos o hacer ejercicio para evitar ser sedentarias.
¿Qué tratamientos de belleza y estéticos que ayudan a mantener y mejorar el estado de nuestra piel de embarazada?
Se trata de una época ideal para que nos dejemos mimar. Si puedes, Pardiño aconseja ir una vez a la semana a un centro de belleza donde te hagan masajes suaves. Además, los drenajes linfáticos son ideales para facilitar la circulación sanguínea y linfática y evitar que se retenga más líquidos de lo habitual.
«Cada embarazada es un mundo y, si el embarazo es saludable, la presoterapia es ideal: es de las únicas aparatologías que no emiten radiaciones. Se trata de aplicar unas botas compresoras que favorecen el retorno venoso, mejorando la circulación y la temida celulitis, favoreciendo que se retengan menos líquidos».
¿Hay alguno que se desaconseje rotundamente?
Es primordial evitar cualquier aparatología que emita radiaciones, como el láser, y ciertos tratamientos estéticos como el bótox o los fillers. En cosmética, activos como el retinol y el ácido glicólico penetran en las capas más profundas de la piel, con lo que se desaconseja su uso durante esta época tan delicada.
Cada vez notamos unas temperaturas más bajas. ¿Cómo podemos proteger la piel?
«Con el frío, hemos de aplicar cremas nutritivas en la piel con ceramidas y aceites vegetales que protejan el manto epicutaneo. Nuestro film hidrolipídico sufre desequilibrios, puede quedarse sin lípidos y provocar picor, infecciones, etc.».
«Asimismo, cuidar nuestra microbiota es importante. Deberíamos aplicar prebióticos y tomar probióticos para fortalecer nuestra flora bacteriana, tanto de la piel como de la intestinal».
Durante los próximos meses, nuestra piel se verá afectada por los cambios de temperaturas, con lo que tendremos que adoptar un cuidado más intensivo. Así, lo mejor es optar por «boosters líquidos con activos que penetren en las capas más profundas» y dejar nuestra piel preparada para la crema hidratante, que verá potenciada su efecto.
«Los boosters deben contar con ácido hialurónico, aloe vera, péptidos, niacinamida o glucosaminas y, a continuación, las cremas con una textura grasa, con ceramidas y aceites, como de jojoba, aguacate o rosa mosqueta».
Las mujeres sufrimos mucha presión social por nuestros cuerpos. ¿Cómo podemos aceptar los cambios de la mejor manera posible y no pensar demasiado en los prejuicios?
Las mujeres debemos mentalizarnos de que «un embarazo es un largo viaje donde dejan de ir solas, pues empezarán a viajar con su futuro bebé para siempre». Sí, ganaremos peso, tendremos dolores de espalda, irritabilidad o ansiedad, pero es un viaje único y especial. Y, sobre todo, nuestro. De nadie más. Nadie puede juzgar nuestros cuerpos o nuestras experiencias porque no las viven, por lo que no deberían tener ningún poder sobre nosotras.
Una vez tengamos consciencia de ésto, la libertad con la que viviremos esta aventura de la maternidad se llevará mucho mejor. Toma el control de tu cuerpo, siéntete orgullosa por todo lo que puede llevar a cabo y olvídate del resto.
Para Gemma Pardiño, el apoyo del entorno es muy importante para disfrutar de la experiencia y de cada momento con calma y sin ansiedad. La comunicación sobre lo que te está pasando a diario, las reuniones con amigas embarazadas… «No es lo que vives, sino cómo lo vives».
«Que nuestra piel, mirada y alma brillen para hacer brillar a los demás. Cuando eso ocurre, contagias tu energía a los demás y el embarazo funciona mucho mejor».
El Attelier Magazine