Pendientes, pulseras, colgantes y pasadores. Desde su nacimiento en 2012, esta marca de joyería artesanal, bautizada como Pedrusco y con sede en Bilbao, ha encontrado en la naturaleza y los diseños geométricos de la cultura nórdica la inspiración para sus proyectos. ¿Su especialidad? Los accesorios únicos y exclusivos elaborados a mano con cerámica esmaltada.
Sus creaciones personales, coloridas y desenfadadas, junto con la pasión por la elaboración artesanal que denota el proceso de fabricación, nos ha llevado a preguntarnos: ¿quién es Pedrusco? Por ese motivo, hemos entrevistado a Irene Trincado, dueña y diseñadora de esta firma. Dónde encuentra la inspiración para sus diseños o cuál es el proceso creativo que sigue Pedrusco para elaborar sus creaciones son algunas de los temas de los que hemos hablado. ¿Te lo vas a perder?
Pedrusco: Un proyecto diferente
“Recuperar la actividad artesanal del ceramista aplicada al ámbito de la joyería, utilizando un diseño contemporáneo” es el objetivo que, según Irene, hace diferente a esta firma de bisutería de otras marcas. Una firme convicción acerca de que la artesanía es un valor que hay que preservar, más y cuándo la industria actual está caracterizada por el rápido ritmo de consumo y la elaboración de productos masivos, como forma de poder ofrecer al cliente un trabajo artesanal y exquisito, perdido entre las grandes multinacionales.
Productos que cada vez cuentan con una mayor apreciación por parte de los consumidores pero que todavía no cuentan con todo el reconocimiento que deberían. “Hay que concienciar al público del valor que tiene algo hecho a mano”, pues este tipo de diseños no solo te ofrecen piezas únicas con una calidad superior, sino que, además, apuestan por la sostenibilidad y el consumo responsable. Valores cada vez más en alza ante el dominio del fast fashion.
Mejor a fuego lento
“El proceso de creación, aunque laborioso, suele ser sencillo. Generalmente, empieza con algún garabato de la idea principal pero enseguida me pongo a trabajar con el material y defino las formas, que es lo que más me inspira”, nos cuenta Irene sobre el desarrollo creativo de cada una de las piezas que elabora a mano en su taller de Bilbao. Y es que la cerámica es su musa: “En la primera colección experimenté con diferente materiales (madera, latón, resinas…). Fue un amigo quien me dijo que tenía que probar la cerámica y así fue. Desde el primer momento me enamoré de su versatilidad y de sus acabados”. Amor por casualidad.
Y, además de la cerámica, ¿de dónde surge la inspiración? La investigación y la documentación son las principales fuentes de ideas para la diseñadora. “Me influye todo lo que me rodea; desde las cosas cotidianas hasta los viajes, la música, el cine, el arte…”. Además, señala que el mejor momento para diseñar es trabajando, “es cuando surgen las mejores ideas”, y si tiene un gran bloqueo; “una buena escapada al mar y solucionado”.
Dice no tomarse demasiado en serio las tendencias a la hora de diseñar sus colecciones, pero admite que en la era en la que vivimos es imposible no estar influenciado por ellas. “Me gusta hacer piezas atemporales y no diseño nada que yo misma no me pondría” y ese sea quizá parte del secreto del éxito creciente de la firma: diseñar con un gusto propio.
En la sencillez está el secreto de lo verdaderamente grande
¿Cómo se definiría entonces el estilo de Pedrusco? ¿A qué mujeres se dirige? Para Irene, el target con el que diseña en mente son “mujeres de cualquier edad, mujeres sencillas a las que les guste marcar la diferencia con complementos, amantes del diseño, el arte y la artesanía que se alejen de la moda fugaz y repetitiva”. Mujeres que amarían, por ejemplo, al igual que su creadora, el pasador de pelo “Pilota” por ser “una pieza atemporal y sencilla que aporta un toque contemporáneo a cualquier look diario”.
Una última cosa: ¿con qué tipo de prendas deberíamos combinar Pedrusco? “A mí me gusta combinarlas con prendas muy neutras o básicas, pero realmente hay piezas para todos los gustos y me encanta ver a las clientas hacer suyas cada pieza”.
El Attelier Mgazine