Hoy, las marcas de ropa están enfrascadas en una competición que nadie pidió, la de “a ver quién saca la prenda con menos sentido“. Quién haga un producto absolutamente incordioso, incómodo y que atente contra la lógica, gana. Las redes sociales han transformado profundamente el mundo de la moda, incluso han inventado una nueva categoría: los productos instagrameables.
Del postureo con el café del Starbucks, a las “Big Red Boots” de MSCHF.
La moda es, sin duda, una manifestación de nuestra cultura humana, que evoluciona con los años y se adapta a los gustos y necesidades que marque cada época. Las “Big Red Boots” de MSCHF son un ejemplo de un producto diseñado específicamente para generar revuelo y polémica en la era de las redes sociales. Son grandes, son rojas, ¿pero son botas?
Usuarios han comentado que se asemejan más a un producto de colección antes que a un calzado para ir a la calle. Estas botas no-botas se inspiran precisamente en el personaje de “Botas”, de Dora la exploradora y han conseguido ser uno de los productos más virales del 2023 con un precio de 350 dólares, “Ouch”. De hecho, si estabas pensando en comprarlas ponte a la cola porque ya no quedan unidades.
Muchas marcas utilizan esta estrategia para llamar la atención del público y crear una sensación de exclusividad y deseo en torno a sus productos. MSCHF es un colectivo de arte conocido por crear piezas irreverentes y controvertidas, como los “Satan Shoes” que sacó en 2021 junto a Lil Nas. Aunque algunas personas las han considerado una obra de arte, otras las han criticado por ser una extravagancia costosa y frívola al vincular las clásicas Nike Air (sin el permiso del gigante deportivo) con elementos satánicos. Para más inri, fue una edición limitada de tan solo 666 pares. Desde luego, MSCHF comparte filosofía de vida con Dalí, “lo importante es que hablen de ti, aunque sea bien”.
En resumen, estas “Big Red Boots” de MSCHF pueden ser una forma efectiva para que la marca se diferencie de la competencia y que los consumidores recuerden su marca. Al crear productos únicos y llamativos, las marcas pueden lograr que los consumidores hablen de ellas y las recuerden en el futuro.
Y no podemos dejar sin mencionar en esta exposición de productos polémicos, la maravillosa bolsa de basura de 1700 euros de Balenciaga del año pasado. Desde luego, la firma siempre consigue sorprendernos con sus extravagancias, y pese a las burlas, el bolso fue realmente demandando, entre los cuatro gatos que se lo podían permitir, claro está.
¿Para qué crean productos instagrameables las marcas?
Esta estrategia es utilizada por la moda para aumentar su visibilidad en las redes sociales y mejorar su presencia en el online, básicamente. Al crear productos que generan revuelo, pueden atraer a un público más amplio y aumentar su base de seguidores de forma orgánica. Al crear algo único y disparatado, generan cierta curiosidad, lo que puede llevar a un mayor número de visitas y, finalmente, generar más ventas. Se basa en una fidelización del público a través del espectáculo.
Para interesar, buscan provocar, y esto también desencadena críticas. Algunas personas argumentan que enfocarse demasiado en la generación de polémicas en las redes puede distraer a las marcas de la calidad y la funcionalidad de sus productos. Y es que, en el mundo de la moda, los diseñadores a menudo buscan crear prendas que desafíen las convenciones y que muestren la verdadera capacidad creativa de la alta costura.
Estos diseños imposibles pueden incluir telas inusuales, formas abstractas y decoraciones estridentes que desafían los límites de lo que se considera práctico o posible en la moda. Ven la prenda como una forma de arte, y estas creaciones imposibles son su lienzo para expresar su visión; sin embargo, no han de olvidar que, además de una manifestación artística, el diseño es un oficio y su trabajo le ha de servir a alguien.
A menudo, los diseñadores utilizan las pasarelas para derrochar su talento, pero al final, mucho de lo que allí se presenta resulta exageradamente elaborado y poco práctico para el uso diario. De hecho, este es un pensamiento tan ampliamente compartido, que muchos creadores de contenido se dedican a parodiar los desfiles de moda, vistiendo con objetos que se encuentra uno por casa, para evidenciar lo ridículo que resultan estas propuestas a la hora de llevarlas al mundo real.
Aunque es cierto que estos diseños pueden ser una fuente de inspiración para otros más prácticos y asequibles para el público en general, pedimos una bajada al mundo terrenal… y que los diseñadores no se olviden de que alguien se tiene que poner eso después ¡y poder andar!, que estamos viendo a las modelos temer por sus vidas, “un poquito de por favor”.
El Attelier Magazine
