Las relaciones tóxicas del cine y series que no queremos imitar

relaciones toxicas

Todos andamos con la canción de las “peaches, peaches, peaches” de Jack Black, un temazo que nos hace pensar: “Madre mía, qué tóxico todo”. Pero espera un momento, ¿realmente creemos que todas las relaciones en nuestras sagas favoritas son un ejemplo? Tenemos que reconocer que algunas de ellas esconden cositas un tanto extrañas. Aunque, está bien seguir disfrutando de esas pelis y series, hay que echarles un vistazo con ojos críticos y distinguir las relaciones tóxicas.

(Aviso: este artículo puede contener trazas de spoilers)

Ted y Robin (HIMYM): relaciones tóxicas disfrazadas de amor épico.

Ted y Robin en “Cómo conocí a tu madre” son en el dúo perfecto para demostrarnos cómo una relación disfuncional se disfraza de romanticismo en las series. A medida que seguimos su complicado viaje amoroso, nos encontramos con un sinfín de momentos que nos hacen preguntarnos si realmente están destinados a estar juntos o si deberían tomar caminos separados por el bien de su propia cordura.

Las relaciones tóxicas del cine y series que no queremos imitar relaciones tóxicas
“La chica al otro lado de la habitación”

El constante “ni contigo ni sin ti” que se traen, lleno de celos e inseguridades, es completamente autodestructivo. Rompen, se reconcilian, vuelven a romper… Ted es completamente irracional cuando se trata de Robin. El “chico bueno” que conocemos se transforma en alguien completamente egoísta y daña a las mujeres en su vida mientras se justifica a sí mismo diciendo que “todo es por ella”. Incluso llegamos a ver un capítulo en el que engaña a Victoria con Robin, mintiendo a su vez a esta sobre el estado de su relación.

A lo largo de la serie, presenciamos su increíble incapacidad para comunicarse, uno de los pilares fundamentales de las relaciones tóxicas. Ted se aferra desesperadamente a la idea de que Robin es el amor de su vida, ignorando sus propios deseos de ser padre algún día, y los deseos de ella de no tenerlos y perseguir su carrera profesional. Por su parte, Robin muestra una falta de compromiso constante y una ambigüedad emocional que solo confunde y lastima a Ted. Por el miedo a quedarse sola o que nadie le ame como él, acaba por tratarle como un comodín sin darse cuenta.

En lugar de expresar abierta y honestamente sus sentimientos y preocupaciones, guardan silencio. Se dedican a meter los problemas debajo de la alfombra, disfrutando de su amor y momentos aparentemente felices basados en la ignorancia. ¿Qué podría salir mal, verdad? Oh, espera, todo.

relaciones toxicas
Una historia épica de desamor

Aunque “Cómo conocí a tu madre” intentó hacernos suspirar con esta historia, realmente mostraron una relación completamente destructiva y un ejemplo de que el amor no lo es todo.

500 días juntos: “This is not a love story

Tom y Summer nos muestran cómo las expectativas poco realistas y la falta de comunicación pueden convertir un supuesto amor en la montaña rusa del horror.

Desde el principio, Tom se enamora perdidamente de Summer, idealizándola como la mujer perfecta llenará su vida de felicidad. Sin embargo, lo que comienza como un flechazo se convierte rápidamente en una fuente constante de dolor y desilusión. Summer, por su parte, deja en claro desde el principio que no busca una relación seria, pero Tom elige ignorar estas señales y se aferra a la idea de que ella cambiará de opinión.

Las relaciones tóxicas del cine y series que no queremos imitar relaciones tóxicas
500 days of summer

El deliberado tupido velo que corre Tom sobre su relación, es uno de los ingredientes tóxicos de la película. No hay más ciego que el que no quiere ver. Ambos tienen diferentes expectativas y deseos, pero en lugar de hablar abiertamente sobre ello, opta por sumergirse en un mar de suposiciones y malentendidos. Esto solo alimenta la frustración y la confusión, generando un ciclo de resentimiento y dolor que afecta negativamente a su vínculo.

Además, la dependencia emocional de Tom hacia Summer es evidente a lo largo de la película. Él se aferra desesperadamente a la idea de que ella es la fuente de su felicidad, poniendo su bienestar emocional en manos de otra persona. Por otro lado hay momentos en los que Tom parece demonizar a Summer, hablando de lo retorcidas e insensibles que podemos ser las mujeres con “hombres buenos”. Pero lo cierto es que Summer nunca mintió sobre sus deseos, y al final lo comprende.

Sus diferentes perspectivas sobre el amor y el compromiso se convierten en un cóctel explosivo. Lo que parecía un amor idílico siempre fue una ilusión, y nos ofrece lecciones valiosas sobre la vida y el amor.

El diario de Noah

Si el famoso romance de “El diario de Noah” te pareció como de hadas, sentimos mucho haberte estropeado el cuento. Si nos adentramos en los detalles, nos encontramos con una relación tóxica que plantea serias preocupaciones. Noah y Allie viven un amor apasionado pero marcado por elementos dañinos.

En primer lugar, ambos personajes parecen obsesionados el uno con el otro, llegando incluso a renunciar a sus propios sueños y metas para estar juntos. Esta tendencia de anteponer al otro por encima de uno mismo puede llevar a una pérdida de identidad y a una relación desequilibrada.

Las relaciones tóxicas del cine y series que no queremos imitar relaciones tóxicas
EL beso del diario de Noah

Además, la relación de Noah y Allie está marcada por episodios de violencia y manipulación. Vemos cómo Noah es posesivo y controlador, mostrando celos y estallidos de ira cuando siente que Allie se aleja de él. Por otro lado, Allie también juega con los sentimientos de Noah, dejándolo y volviendo repetidamente, desencadenando así “el ciclo sin fíiiin” que lo pudre todo.

Que sí, que muy bonito de ver todo. Incluso el famoso beso bajo la lluvia se llevó un premio en los MTV Movie Awards y varios galardones en los Teen Choice Awards de 2005. Pero que se quede en pantalla. La toxicidad y los trastos viejos, mejor cuanto más lejos

Pretty Woman: las mujeres no somos un proyecto, gracias

La relación retratada en “Pretty Woman” entre Edward, un adinerado empresario, y Vivian, una prostituta, es una de las relaciones tóxicas más señaladas del cine. En primer lugar, la película presenta una dinámica de poder desequilibrada, donde Edward ejerce un control considerable sobre Vivian debido a su posición social y económica. Esta asimetría de poder puede generar una dependencia emocional y una sensación de inferioridad en Vivian.

Además, la trama perpetúa la idea de que las mujeres son un proyecto o una “damisela en apuros” que necesita ser rescatada por un hombre. Esta concepción de las mujeres como objetos a ser transformados o mejorados refuerza los estereotipos de género. Es importante destacar que las mujeres somos seres humanos completos y merecemos ser valoradas por nuestras cualidades.

Pero bueno, que no todo es malo en esta película. También deja ver cómo nunca hemos de juzgar a nadie por su apariencia. El mismo Edward se da cuenta al ver cómo Vivian se emociona en la ópera y ve que en ella hay mucho más, un ser humano increíble del que se enamora perdidamente.

Las relaciones tóxicas del cine y series que no queremos imitar relaciones tóxicas
Pretty woman

Emilio y Belén

Es cierto que nadie duda de la toxicidad de esta relación. Pero es que no podemos dejar fuera de esta lista a este gran producto nacional. Estos dos personajes nos regalan una serie interminable de discusiones, insultos y desplantes que podrían dejar a cualquier reality show a la altura del betún. Su relación se basa en un constante juego de poder, donde ambos parecen competir por ver quién puede ser más desagradable el uno con el otro.

Emilio, con su actitud machista y su ego desmedido, siempre encuentra la manera de menospreciar y humillar a Belén. Y qué decir de Belén, la reina de las manipulaciones emocionales y los chantajes emocionales, que utiliza su victimismo para mantener a Emilio a su merced. Estos dos podrían ser los protagonistas de un manual sobre cómo no llevar una relación sana y equilibrada.

Las relaciones tóxicas del cine y series que no queremos imitar relaciones tóxicas
Emilio y Belén

Pero, en fin, qué sería de una serie de televisión sin una buena dosis de conflictos y desencuentros amorosos, ¿verdad? Sin duda, esta pareja nos enseñan todo lo que no debemos hacer si queremos tener una relación feliz y saludable. Gracias, Emilio y Belén, por mostrar lo que no queremos en la vida.

La ventana de la ficción nos permite vivir experiencias salvajes y emocionantes desde la comodidad del sofá. Podemos introducirnos en un cartel, o en un atraco a mano armada sin llevarnos ni un disparo. Una puede deleitarse con historias llenas de drama y toxicidad, sabiendo que en el mundo real preferimos una dosis de amor saludable y respeto. Así que tú disfruta de la locura que la pantalla nos ofrece pero amiga, date cuenta.

El Attelier Magazine

TE RECOMENDAMOS

Suscríbete a la Newsletter

.