#FemaleForward Protagonistas del cambio

¿Son los referentes el ingrediente principal a la hora de construir una sociedad más igualitaria? #FemaleForward

En el pasado, las mujeres solo tenían una opción si querían tener éxito, ser como un hombre, actuar como un hombre y liderar como un hombre. No era un punto de vista erróneo, era supervivencia». La reflexión de Eva Díaz, embajadora en España para #FemaleForward, deja entrever parte de la realidad a la que se enfrentan millones de mujeres en sus carreras profesionales.

Si bien es cierto que no existe un manual del buen líder ni una única manera de triunfar en el mundo empresarial, lo cierto es que durante años hemos tenido un único referente de autoridad. Afortunadamente para nosotras, y para ellos, por las rendijas del techo de cristal ha comenzado a penetrar algo de luz.

El objetivo de la campaña Female Forward, impulsada por la Fundación Friedrich Naumann por la Libertad, es alzar la voz por la igualdad y el empoderamiento femenino, siempre a través de recomendaciones para que más mujeres puedan acceder a puestos de poder. «[…] debemos modificar el sistema de valores y la educación para que los referentes de nuestras niñas sean las mujeres que han influido en la sociedad».

Para hacernos una idea, las mujeres lideran, únicamente, doce países del mundo, es decir, el 6’2 % de los estados totales, y en diez son parte de la jefatura del mismo, suponiendo otro 6’6 % del total. Estos datos, recogidos en el mapa Mujeres en la política 2020 elaborado por la ONU, nos gritan una incómoda verdad a la cara: necesitamos más Alexandrias Ocasio-Cortez, más Sannas Marin y más Jacindas Ardern.

Porque los referentes, como bien apuntaron durante su encuentro en Madrid Mercedes Wullich, fundadora de Mujeresycia y del ránking Top 100 mujeres líderes en España, Sofía Ruiz-Tapiador, directora de Control de Gestión Exaccta Soluciones y Eva Díaz, CEO de Apoggeo Digital, son fundamentales para crecer sabiendo que podemos acceder a cualquier ámbito que nos interese. Referentes como Michelle Obama, Oprah Winfrey, Margarita Salas o Lydia Valentín, que nos eduquen en igualdad y disolución de estereotipos.

«En este nuevo modelo de sociedad, las mujeres deben convertirse en protagonistas del cambio; podemos y debemos estar a la vanguardia»

A pesar de que este año hemos vivido auténticos fenómenos de masas como el estreno de la serie La Veneno, con Jedet como revelación, o la portada en solitario de Harry Styles en Vogue, todavía queda demasiado por hacer en parámetros de igualdad.

«Cuando comencé a vivir como mujer, de repente, la misma sociedad que me trataba como hombre comenzó a hacerlo de manera diferente. Pero nada había cambiado en mí, excepto la forma en que me visto y me presento» explica Eva Díaz, quien hizo su transición de género en 2015.

«Ser directiva no es exactamente igual que ser directivo, y aún menos viniendo de una transición de identidad de género. De repente, mi físico y mi aspecto era importante, de repente, era tratada con  cierta condescendencia, de repente, era cuestionada en situaciones en las que anteriormente nunca lo había sido. La autoridad que se derivaba de mi cargo no tenía tanto valor como antes».

Protagonistas del cambio
Eva Díaz

Para las mujeres, aprender a utilizar su imagen atendiendo a la figura a la que se presentan, es requisito indispensable si quieren desenvolverse en una sociedad eternamente preocupada por la imagen que se proyecta.

De ahí la decisión de grandes figuras internacionales a rebelarse contra estas imposiciones, como la de Alicia Keys de prescindir (en parte) del uso de maquillaje, la de la cantante Billie Eilish de cubrir su cuerpo con prendas de corte oversize para evitar ser juzgada o la de la modelo Emily Ratajkowski, de no anunciar el sexo de su bebé y dejar que sea este quien defina su identidad cuando crezca.

Las mujeres lideran, únicamente, doce países del mundo, es decir, el 6’2 % de los estados totales, y en diez son parte de la jefatura del mismo.

Porque ahora que hemos dejado atrás las fiestas navideñas, todavía resuena en nuestra memoria la famosa versión que Miley Cyrus hizo en 2018 del mítico villancico Santa Baby.

El corto, creado para el programa de Jimmy Fallon, se convirtió en una auténtica revolución viral con frases como «el mejor amigo de la mujer es la igualdad salarial» o «yo puedo comprarme mis propias cosas».  Todo un canto feminista que ponía en duda una letra machista y desactualizada que, hasta ese momento, no se había analizado correctamente jamás (a pesar de haber sido versionada por multitud de artistas).

Por Marina Asins

El Attelier Magazine

Artículo publicado en el nº0 de la revista El Attelier Magazine

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