Versace siempre ha sido sinónimo de lujo y exuberancia. La firma italiana, con sus colecciones atrevidas y llenas de color, siempre ha sido un icono y conocida por marcar la diferencia en los estándares de la moda. Hoy os vamos a hablar sobre su increíble pero trágica historia y os vamos a contar cómo esta firma familiar ha conseguido llegar al lugar donde está hoy en día, transformándose en una de las casas de moda más influyentes del mundo. ¡Sigue leyendo para no perdértelo!
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El principio de un gran legado familiar
Fundada en Milán en 1978 por Gianni Versace, la marca italiana Versace ha sido sinónimo de lujo y glamour desde sus inicios. Su creador, nacido en Reggio Calabria, Italia, se interesó por el diseño desde muy joven, gracias a su madre, una modista local, con quien desarrolló su ojo para los detalles y la confección. El gran diseñador comenzó su camino en la moda diseñando y confeccionando ropa para su hermana pequeña, Donatella, que en ese momento tenía solo 10 años.
Versace pronto se trasladó a Milán, donde trabajó para diferentes casas de moda como diseñador independiente, hasta lanzar su propia línea, “Gianni Versace Donna” en 1978, un debut que lo catapultó a la fama inmediata. A raíz de este increíble éxito, Gianni decidió crear su propia firma de moda.
La era de Gianni Versace
Los diseños de Gianni se caracterizaban por ser atrevidos, sensuales y coloridos, lo que contrastaba con las tendencias más conservadoras de la moda de los años 70 y 80. Versace rompió con las normas, creando colecciones que resaltaban el cuerpo femenino a través de telas lujosas y cortes innovadores para la época. La estética de Versace fue siempre extravagante, combinando referencias culturales y artísticas, como el arte griego y romano, con la moda moderna.
La introducción de la icónica Medusa como logo de la marca en 1978, representando poder y seducción, fue un símbolo clave de la imagen enigmática que buscaba proyectar, además de una clara referencia a su pasión por el arte. La medusa, desde sus inicios, ha sido el elemento clave de toda la identidad de la marca.
La pasión por el arte y su manera de fusionar la cultura pop con la moda llevó a iconos como Madonna, Elton John o la princesa Diana a convertirse en fieles amantes de su marca y toda la estética Versace.
A medida que la firma crecía, Versace diversificó su oferta más allá de la ropa, introduciendo colecciones de accesorios, perfumes, e incluso mobiliario. Durante los años 80, Versace abrió sus primeras tiendas en ciudades como Milán, Roma y Nueva York, consolidándose como una de las casas de moda más importantes del mundo.
Los 90 fueron años clave para la firma. Durante esta década, Versace nos dejó momentos irónicos que se recordarán durante toda la historia de la moda. La firma fue la responsable de iniciar todo el fenómeno de las alfombras rojas cuando Cindy Crowford acudió a la gala de los Oscar de 1991 con un clónico vestido rojo de la firma con escote corazón.
Otro de los momentos más icónicos fue en 1994, cuando Elizabeth Hurley lució el famoso vestido negro con imperdibles gigantes, un símbolo del enfoque atrevido y provocador de Gianni hacia el diseño.
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La tragedia y la era Donatella
En 1997, Gianni Versace fue trágicamente asesinado frente a su mansión en Miami, en un suceso que conmocionó al mundo de la moda. Tras su muerte, su hermana Donatella Versace asumió el control creativo de la marca, enfrentando el reto de mantener el legado de su hermano mientras modernizaba la casa para un nuevo milenio. Aunque las críticas iniciales fueron mixtas, Donatella encontró su voz creativa, introduciendo una estética más moderna, sin perder la esencia provocadora y lujosa de Versace.
La diseñadora ha contado en varias ocasiones lo difícil que fue para ella ocupar el lugar de su hermano, ya no solo por las posibles críticas y la presión de continuar un legado que ya era increíblemente exitoso, sino por el dolor y la inseguridad que eso conllevaba. Donatella llevaba años siendo vicepresidenta de la firma y trabajaba mano a mano con su hermano en los diseños, por lo que era la persona perfecta para tomar el mando.
Bajo su dirección, Versace siguió siendo una de las firmas más relevantes en la cultura pop y la moda. Uno de los momentos más memorables de su nueva dirección fue el famoso “Jungle Dress” que Jennifer Lopez lució en los Grammys del año 2000. Este vestido capturó la atención mundial y provocó la creación de Google Images debido al volumen de búsquedas que generó en la página de los Grammys.
Iconos de Versace
En los años 90, las supermodelo representantes de la marca y las favoritas de Gianni siempre han sido Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Cindy Crawford, Helena Christensen y Carla Bruni. Tanta era la admiración del diseñador por estas modelos que en 2017, 20 años después de su asesinato, Donatella reunió a las top models para rendir tributo a su hermano vistiéndolas con trajes dorados brillantes.
Si hablamos de los iconos de la marca actualmente, las hermanas Bella y Gigi Hadid son fieles seguidoras de la marca, así como las cantantes Dua Lipa y Jennifer Lopez.
El futuro de la firma
En 2018, la familia Versace vendió una participación mayoritaria de la marca al grupo Michael Kors Holdings, ahora Capri Holdings, por 2.1 mil millones de dólares, con la promesa de continuar honrando el legado de Gianni. Bajo esta nueva estructura, Donatella sigue siendo la directora creativa, y la marca continúa evolucionando, manteniendo su posición en la cima de la moda de lujo a nivel mundial.
Con su mezcla única de historia clásica, la provocación moderna y la cultura pop, Versace ha dejado una huella imborrable en la moda y la cultura, un legado que continúa definiendo el concepto de lujo en el siglo XXI.