Desde hace unos pocos meses, la capital es testigo de cómo el desayuno español por
excelencia se ha reconvertido en un plato… ¡salado! Donde los falsos churos están elaborados con harina de maíz rellenos de queso y el chocolate se trata en realidad de una crema de frijoles negros. Un engaño para la vista y una sorpresa para el gusto
que hace que todo el que lo prueba acabe repitiendo.

Nada es lo que parece
Pero la magia del lugar no queda ahí, ya que pensando en el verano y en todos aquellos que se quedan “haciendo guardia” en la ciudad, su chef ha elaborado un menú para combatir las noches de verano al que ha denominado “Noches de transmutación Oceanika”, que tiene el poder de hacerte viajar a través del paladar.
El trampantojo o la técnica que ha revolucionado la cocina
Este engaño visual continua con una Cafetera Desestructuradora que sirve un caldo de pescado y marisco, Tiradito de pez mantequilla con palomitas, o un Blody Mary donde el ingrediente estrella es el salpicón de marisco. Como colofón, Shushi: en apariencia niguiri, en la realidad el arroz es con leche y el pescado dulce de guayaba. Un plato que sin duda alguna no deja indiferente a nadie.
Pero si algo destacan quienes ya han pasado por Oceanika es el “servicio excepcional que se convierte en el ingrediente principal”.
¿Alguien va a poder resistirse a esta propuesta gastronómica?
Gema Seco
El Attelier Magazine