Las mujeres todoterreno solemos vivir el día a día a un ritmo frenético, nuestras cabezas no paran ni un segundo y nuestro cuerpo menos aún. Estudiantes, trabajadoras, madres o una suma de todo, pero a pesar de ello nos gusta mantenernos en forma, tener nuestro espacio ordenado y disfrutar de la familia, los amigos y la pareja.
Nos despertamos de manera muy activa, pensando en todo lo que tenemos que hacer durante el día e intentando encontrar la forma de optimizar el tiempo para podernos dedicar un rato de placer. Pero la mañana ya empieza con un desayuno repasando la actualidad y recogiendo las cosas antes de empezar nuestro día. Y por no hablar de las madres, que desde primera hora corren organizando las mochilas de los hijos y ofreciendo desayunos al estilo de un restaurante.
Pero lo que nunca falta es una gran sonrisa.
Salimos de casa, habiéndonos mirado al espejo por lo mínimo tres veces. Y eso es algo admirable de las mujeres, sabemos – y queremos- estar presentables a pesar de tener mañanas ajetreadas.
De camino al trabajo, al insti o a la universidad nos organizamos perfectamente, repasando las tareas pendientes. También aprovechamos para escuchar un poco de música que anime nuestro camino al trabajo y así empezar el día de manera redonda.
Durante el trabajo o las clases no paramos, atendemos a un montón de tareas a la vez y sacamos todo nuestro potencial para poder acabarlo todo y poder dedicar la tarde a hacer lo que nos apetezca.
Y cuando llega la hora de comer aprovechamos también para hacerlo en compañía, porque no hay nada mejor que desconectar un rato y pasarlo con amigas para podernos contar los problemas que nos van surgiendo.
Algo que nos gusta también a las mujeres es hacer ejercicio, así que al salir de trabajar o estudiar no hay nada mejor que irse un rato al gimnasio o salir a correr con las amigas. Así aprovechamos, vemos a las personas que queremos y a la vez nos ponemos en forma.
Y durante todo el día hemos estado pensando en qué vamos a hacer de cenar y la comida del día siguiente. De golpe nos acordamos que eso que queríamos cenar no está en la nevera, así que nos acercamos al súper a por ello. Y sin saber como nos encontramos con el carro de la compra lleno de cosas que “por si acaso” hemos decidido comprar.
Llegamos a casa y nos ponemos a cocinar la cena y el tupper del día siguiente, a la vez que la lavadora esta puesta y que ordenamos las cosas que hayan quedado sueltas por la casa. Y en el caso de las madres, procurando que los niños hagan los deberes y que pasen por la ducha antes de irse a la cama.
Y entonces llega el momento de paz. Ver una película antes de ir a dormir e intentar no quedarse dormidas es lo más habitual. Las mujeres todoterreno miran de repente el reloj y sin saber cómo, a los dos minutos ya están recargando pilas para el día que se presenta de nuevo.
Y es que así somos las mujeres, ¡unas todoterreno en toda regla! Así que por todo ello desde El Attelier queremos felicitaros a todas, por ser unas auténticas heroínas.
¡FELÍZ DÍA DE LA MUJER A TODAS!
El Attelier Magazine